Los preferidos tanto de niños como de niñas eran los pequeños animales que podían ser de lo más variopinto, desde insectos como cigarras o grillos, a otros algo más grandes como perritos, corderos, pajaros, conejos, patos, gansos... Estas pequeñas mascotas, que alegraban a los pequeños,recibían el nombre de delicium o deliciae y se les tenía tanta estima que cuando un crío moría, acostumbraban a representar a su mascota en sus sepulcros o al menos a nombrarla.
Entre los juguetes de recién nacidos se encontraban campanillas y biberones con forma de animales. Para los niños más mayores existían peonzas, aros, cometas, carretes (usados como yo-yo) y muñecas realizadas con terracota o madera tallada entre las cuales se han hallado incluso con brazos articulables. También había juegos en grupo como la mosca ciega y el lanzamiento de nueces y huesecillos de animales.
Había muchos juegos que practicaban todos y en muchos casos los seguirían practicando de adultos, como el juego de pelota. La morra, que era un juego parecido al de los "chinos", donde había que adivinar cuantos dedos sacaría el contrario.
Las tabas, que eran pequeños trozos de hueso, la peonza, el aro, las canicas, a la "gallina ciega" o al escondite. Tenían distintos tipos de juegos de mesa, algo que a muchos les acompañaría toda la vida (desde la adolescencia hasta la edad adulta).
También han llegado relatos de chavales bastante traviesos a los que les gustaba gastar bromas. Como por ejemplo, la de pegar una moneda en el suelo y mofarse del que se agachara a recogerla.
Las niñas se entretenían con pequeñas vajillas y cocinitas y también con muñecas.
La morra, que era un juego parecido al de los "chinos", donde había que adivinar cuantos dedos sacaría el contrario.
Las tabas, que eran pequeños trozos de hueso.
El aro.
Las canicas.
A la "gallina ciega" o al escondite.
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