Hoy toca hablar sobre el cuidado y aspecto
personal de los romanos. Acudían a los baños públicos, también llamados termas
para bañarse, limpiarse, relajarse, hacer deporte, darse masajes...
En ellas había varias piscinas de agua fría y de agua caliente, y no usaban jabón, sino que se embadurnaban en aceite.